La física de los héroes
Por mucho que Superman vuele, la gravedad también le afecta. Aunque no lo parezca, los superhéroes también están condicionados por la física.
"Las leyes de Newton se explican mejor si Superman interactúa en la ecuación física"
BLANCA ESTABLÉS LEARTE . PAMPLONA Domingo, 11 de abril de 2010
CUENTA la historia que, en 1957, cuando Estados Unidos perdió la carrera espacial contra la URSS (los dos Sputnik y la perrita Laika en el espacio) se animó a las editoriales del cómic a que incluyeran avances tecnológicos en las historietas para animar a los chavales a adentrarse en el mundo de la ciencia.
Las editoriales les hicieron caso y al año siguiente, Batman se las tuvo que ver con un científico loco y malvado (sí, de esos que quieren controlar el mundo) que con un generador de ondas de choque trataba de encontrar la guarida del murciélago mediante el tiempo que tardaban en retornar las ondas. Aventuras aparte, James Kakalios, profesor de física de la Universidad de Minnesota y autor del libro La física de los superhéroes, reconoció hace algunos años que todo lo que sabía de ciencia lo había aprendido en los cómics. Y es que, cuando aceptamos la premisa de que a Superman le tiemblan las rodillas por culpa de un pedrusco verde, y que Flash Gordon puede parar las balas, se puede comprobar que todos los héroes y los villanos de los cómics se comportan de acuerdo con las leyes de la física. Jordi Ojeda Rodríguez, doctor industrial y autor de varios libros sobre física, se encargó ayer de explicar en una charla que la lógica y la física son más poderosas que las garras de Lobezno.
Ojeda tiene razón cuando afirma que al receptor lo ganas con la emoción. Es mucho más eficaz enseñar las Leyes de Newton utilizando a Superman como parte de la ecuación. Es decir, que sabiendo que Superman saltaba un edificio de 200 metros (porque en los primeros cómics no volaba), pesaba cerca de 100 kilos y su altura era cercana a los dos metros, se puede saber que la gravedad de Kryptón, su planeta original, era quince veces la de la Tierra. Pero la física, al igual que los superhéores, siempre va más allá. El impulso , la aceleración y la tensión fueron los únicos que lograron esclarecer que fue Spiderman el causante de la muerte de Gwen Stacy, su primera novia (Mary Jane Watson vino muchos números después), y no el Duende Verde al tirarla desde el puente. Los 90 metros de caída libre a 250 km/h hicieron que la telaraña produjera tal tensión al tirar del cuerpo de la chica que el cuello se quebró, matándola inmediatamente. Aquella ley física le sirvió al hombre araña para cambiar su táctica de salvamento, y fue a partir de ahí cuando comenzó a tirarse en picado desde los rascacielos para salvar a media ciudad de Nueva York. Aunque la física ha condicionado siempre a los superhéroes de la Marvel, sí que ha habido gazapos memorables. El verde brillante del Increíble Hulk, que en el primer número era gris, no se debe a la radiación de los rayos gamma a los que estuvo expuesto Bruce Banner. Los rayos gamma son incoloros. Stan Lee decidió que Hulk sería verde porque hubo problemas en la coloración de las viñetas de los primeros números. Pero eso ya es otra historia.
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