Qui és més ràpid, Flash o Superman?
El meu article número 43 a la revista virtual "El Cinèfil, la revista de cinema en xarxa i en català" (i gratuïta).
Amb motiu de l'estrena al cinema de la pel·lícula Justice League (2017) reflexionem a l'article sobre una de les preguntes que més ens fem els aficionats a l'univers DC: qui és més ràpid, Flash o Superman? això sí, caldrà aclarir abans de quin Superman estem parlant.
Teniu l'article al següent enllaç:
http://elcinefil.cat/2017/11/24/qui-es-mes-rapid-flash-o-superman/
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Podéis leer el artículo traducido al castellano aquí:
¿Quién es más rápido, Flash o Superman?
Jordi Ojeda
Con el estreno de Justice League (2017) se reaviva uno de los retos más clásicos a los cómics del universo DC: en una carrera de velocidad... ¿quién sería más rápido, Flash o Superman? Es complicado contestar la pregunta a partir de lo que sucede en la película sin destriparla, así que utilizaremos todo lo que sabemos de los personajes en los cómics para averiguarlo.
En realidad, esta carrera es una escena recurrente en los cómics, también en la animación (en películas o en algún episodio de la serie animada de Superman) y también, recientemente, en una serie de televisión, con un pequeño cambio, en concreto me refiero a la carrera entre Supergirl y Flash en un episodio en que se conectaban las dos Tierras de los dos universos en los que se conectaban las dos series. Ahora bien, para poder contestar correctamente la pregunta se ha de contestar una previa: ¿de qué Superman estamos hablando?
Cuando el personaje de Superman se presenta por primera vez al mundo en junio de 1938 en el primer número de la revista Action Comics publicado por la editorial Detective Comics (la actual DC, que como veis comenzó con publicaciones de ladrones y policías), en la primera viñeta de la primera página de la primera historia los autores nos lo presentan con el siguiente texto: "Corre más rápido que una bala, salta sobre los rascacielos, levanta y arroja pesos gigantescos, salta grandes distancias ... está son las cualidades que ayudan a Superman, campeón de los indefensos y los oprimidos, en batalla constante contra el mal y la injusticia".
Con los datos de este bocadillo de la primera página del cómic de 1938, el profesor de física Dr. James Kakalios demostraba en su libro The Physics of Superheroes (2006) que el planeta Krypton debería tener unas quince veces la gravedad de la Tierra, lo que explicaría este tipo de superpoderes que mostraba en sus aventuras y que, básicamente, consistían en saltar, correr y, sobre todo, fuerza, las tres acciones de poder sobrehumano, y prueba de ello sería la mítica imagen de la primera portada donde podemos verlo levantando un coche, un coche que podría pesar una tonelada y media; quince veces, más o menos, el peso del propio Superman.
Si suponemos que un rascacielos tiene unos 200 metros de altura (unos cuarenta pisos), el Dr. Kakalios nos indica que la velocidad a la que debería salir disparado del suelo debería ser de 225 km/h. Por otro lado, decir que eres más rápido que una bala dependerá del tipo de arma, que puede variar a partir de 330 m/s, aproximadamente, 1.200 km/h. Este Superman, que podríamos bautizar como "de ciencia ficción", no podía volar (saltaba) ni tenía rayos X en los ojos, evidentemente, y, seguramente, perdería claramente con un Flash que acredita muchas veces que puede coger una bala a 500 m/s, o, lo que es lo mismo, a 1.800 km/h, simplemente por el hecho de correr junto a la bala y, por tanto, conseguir que la velocidad relativa entre ambos sea cero, ya que le permite cogerla sin ningún problema.
¿Qué ha pasado entonces con Superman? Pues que en un momento determinado pasa de ser un personaje de ciencia ficción a un personaje fantástico, provocando lo que los aficionados llaman como retcons, acrónimo de retroactive continuity, y que hace referencia a los problemas de continuidad que supone realizar cambios en una obra serializada que pueden afectar a los hechos narrados con anterioridad, como puede ser el hecho de dotar de nuevos superpoderes a los personajes debido a la entrada de nuevos equipos creativos.
Y es que los poderes de Superman han ido evolucionando adaptándose a cada momento, lo que le ha permitido volar, tanto para la atmósfera como por el espacio (pues sí, se ve que puede aguantar muy bien la respiración). Un ejemplo de esta evolución sucedió a mitad de la década de los años cuarenta, unos cuantos años después de su creación, y justo cuando triunfaban sus hazañas en un serial de radio muy popular y que llevaba por título Adventures of Superman (1940/51). En 1943, el actor protagonista del serial que interpretaba Superman pidió unas vacaciones alegando agotamiento. Los guionistas se encontraron con el reto de solucionar el hecho de que durante varios episodios (no sabían exactamente cuántos), otro actor interpretara el personaje protagonista, y decidieron que el actor sustituto hablara de forma entrecortada como si el personaje estuviera enfermo. ¿Enfermo Superman? Esto no podía ser, así que se inventaron una debilidad que lo marcaría para siempre: el efecto de la kryptonita le provocaba un castigo físico insoportable, y le afectaba la voz en particular, claro, y en todo el cuerpo en general. El cómic adoptaría esta idea como suya y los aficionados acabaríamos contemplando un abanico de tipos y efectos del mineral originario de Krypton con todas sus variantes y colores como el verde, el rojo, el dorado o el plateado, entre otros.
Por otra parte el personaje de Flash siempre ha sido uno de los personajes que mejor cumple con las leyes de la física, una vez aceptamos su superhabilidad de correr a alta velocidad. En la película Justice League (2017) lo vemos diciendo que tiene que comer mucho para tener la energía suficiente para poder correr (recordemos que su metabolismo también tiene la capacidad de digerir a alta velocidad), es un principio de la termodinámica: la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma. Aún así, el profesor Kakalios en su libro razona que para correr a 3.000m en un segundo debería comer, literalmente, 15 millones de hamburguesas con queso... por cada segundo corriendo. Ahora se entiende porque el tema de la necesidad de comer continuamente no se habla en las series ni a los cómics, pero entonces... ¿para qué comentarlo en la película?
Otra característica de este Flash en la película es la carga electrostática que se visualiza en todo momento, especialmente cuando frena en su carrera, haciendo que las chispas se disparen a su alrededor. Y es que al correr, Flash acumula una carga electrostática muy grande debido al rozamiento entre las botas y el suelo (de lo contrario no podría moverse, claro). Si la carga es muy grande puede llegar a saltar a través del aire como se puede apreciar perfectamente en varias escenas de la película (nosotros estamos acostumbrados a que se descargue a través de los dedos, ¿no os ha pasado nunca?). Y, de hecho, los guionistas aprovechan esta carga para solucionar un momento de tensión dramática a la película demostrando que sí están bien asesorados por científicos ... o al menos durante un instante.
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