Publicación del artículo "La robótica y la inteligencia artificial en el cine" en la sección Junior Report de La Vanguardia el 9 de marzo de 2021. El artículo describe diferentes conceptos relacionados con la robótica y la inteligencia artificial a partir de recomendar siete películas emblemáticas del cine de ciencia ficción. Podéis leer el artículo aquí:
A continuación, el texto original:
Robots de cine
La robótica y la inteligencia artificial en el
cine
La ficción se adelanta a la ciencia y convierte a
los robots en verdaderos iconos de la cultura popular
La palabra «robot» tiene sus raíces en la ficción.
El término entró en la lengua inglesa a partir de la palabra checa «robota» (roboti en plural), que significa «servidumbre» o «trabajo forzoso»,
con connotaciones de trabajo como esclavo. El término histórico «robota» designaba la cuota de trabajo
obligatorio y gratuito, de dos o tres días a la semana, que debían los siervos
a sus señores feudales. Después de la abolición de la servidumbre feudal, la
palabra siguió siendo parte del léxico checo con el significado primitivo de
«trabajo pesado», concepto del que procede la raíz etimológica del vocablo.
Su uso se extendió como consecuencia de una obra de
teatro del escritor checo Karel Čapek (1890-1938) titulada Los robots universales de Rossum (Rossum's Universal Robots en inglés, en el original Rossumovi Univerzální Roboti, 1920),
más conocida por el acrónimo R. U. R.
La obra se representó por primera vez en el Teatro Nacional de Praga, en 1921,
y poco después triunfaría en París. Fue traducida al inglés, estrenándose en
Londres y Nueva York, y dio la vuelta al mundo en pocos años. A Tokio llegaría
en 1924 y, como curiosidad, se representó en castellano por primera vez en
1927, en Barcelona.
La ficción se adelantó a la ciencia en todos los
sentidos, puesto que se considera que el primer robot industrial se instaló en
1961 y el primer robot humanoide (es decir, con dos piernas, dos brazos, tronco
y cabeza) se presentó al público en el año 2000. El concepto científico de la
especialidad de “inteligencia artificial” se acuñó en 1956, más de tres décadas
de su uso en la ficción.
Metrópolis (Metropolis, 1927)
Dirigida por el director de origen austríaco Fritz
Lang (1890-1986), adaptaba junto a su esposa Thea von Harbou (1888-1954) el
libro escrito por ella misma un año antes. La película acontece en 2026, en una
gran ciudad dividida en dos grupos antagónicos que se acaban enfrentando
alentados precisamente por la ginoide
María, que tendrá un papel muy importante en el desenlace al promover los
disturbios.
Es la primera vez que aparece acreditado la palabra
“robot” en la historia del cine. Es mítica la transformación del robot
humanoide (de aspecto metalizado y artificial) en María, con apariencia
completamente humana, es decir, como un androide. En este caso, preferimos
utilizar el neologismo de ginoide, es
decir, un robot con apariencia humano y aspecto de mujer, y difícil de
distinguir de un robot artificial.
Yo, robot (I, Robot, 2004)
Numerosos
episodios de series y diferentes películas se han inspirado en los relatos del
escritor Isaac Asimov (1920-1992), el escritor por excelencia de la literatura
de robots, inventos de la palabra “robótica” y de las conocidas como “Las Leyes
de la Robótica”, donde se indican los pilares básicos que debe de obedecer todo
robot y que se sustentan en que no pueden dañar a un ser humano.
La
película Yo, robot (I, Robot, 2004), dirigida por Alex
Proyas e interpretada por Will Smith, transcurre en el universo de Asimov, en
el que un avanzado humanoide prototipo, llamado Sonny, era acusado de asesinar
a su creador, poniendo en duda el cumplimiento de las leyes de la robótica.
En la película podemos ver, como en el libro en el
que se inspira la historia, a la empresa USR Robotics, y, sobre todo, los
aficionados al universo de Asimov disfrutamos con el homenaje al personaje de
la Dra. Susan Calvin, interpretada por la actriz Bridget Moynahan en uno de los
papeles principales. Los campos de investigación de la Dra. Calvin son, a la
vez, la robótica y la psiquiatría, especializada en el desarrollo de las
interfaces hardware-wetware
(máquina-humano) para potenciar la antropomorfización robótica, es decir,
conceder formas y cualidades humanas a un robot para que parezca cada vez más
una persona.
Los sustitutos (Surrogates, 2009)
La película es un mestizaje de película de ciencia
ficción, con el protagonismo de los robots; de película de género negro, donde
los policías protagonistas deben de resolver un asesinato, y de película de
denuncia de una sociedad de un futuro próximo verosímil, donde la tecnología ha
cambiado la forma de vida y la relación entre las personas. Sin darnos cuenta,
pasamos de una película de acción a una película de reflexión. Eso sí, primero
fue la novela gráfica del mismo título, con guion de Robert
Venditti y dibujo de Brett Weldele, publicada en 2005.
El concepto de los sustitutos o de robótica de
sustitución lo genera la empresa VSI, que es capaz de construir geminoides perfectos a nuestra imagen y
semejanza (nuestro gemelo, literalmente); eso sí, modificándolos ligeramente
para parecer más jóvenes y agraciados que el original humano. Ese robot
sustituto se controla mediante una tecnología neuronal a distancia, de tal
manera que somos capaces de vivir nuestra vida en el cuerpo de un androide o
una ginoide mientras nuestro cuerpo
humano real está tumbado en un sofá.
La vida real experimentada por una carcasa
artificial mientras las personas que la controlan permanecen inmóviles en
pijama sin salir de casa. En la película vemos como la robótica de sustitución
consigue disminuir los índices de criminalidad hasta alcanzar un mínimo
histórico, observándose una reducción de la tasa de delitos, en especial de los
crímenes violentos, y la desaparición del contagio de enfermedades… aunque por
el camino es posible que hayamos perdido una parte de nuestra propia identidad
como humanos.
Eva (2011)
Eva (2011) es la
primera película de robots producida en España, dirigida por el barcelonés Kike
Maíllo. La película transcurre en el año 2041, y está protagonizada por un
ingeniero cibernético especializado en desarrollar el comportamiento social de
los robots. En el fondo, el objetivo del ingeniero es conseguir que el nuevo
robot diseñado pueda salvar el Test de Turing, es decir, que consiga pasar por
un humano en todo momento.
En Eva se
nos muestra un claro ejemplo de robótica social, donde aparecen aspectos de
robótica de ocio (un gato robótico como mascota con cierto libre albedrío, como
si de un animal real se tratara), de robótica de servicio (ginoide trabajando de recepcionista en el edificio de la
universidad) y de aspectos tan novedosos a nivel científico como la robótica
ética, debatiendo sobre preguntas del tipo: «¿Debemos decir a un robot que es
un robot?». En el fondo, la robótica ética hace referencia a la responsabilidad
del científico y la sociedad en el diseño y uso de los robots.
Un amigo para Frank (Robot & Frank, 2012)
Los
hijos de Frank, un enfermo de alzhéimer interpretado por Frank Langella,
deciden comprarle un robot asistencial, un enfermero muy competente que cuide
en todo momento de él. Frank se las ingenia para aprovechar las habilidades del
robot para recuperar su vieja afición por robar, y entre los dos se establece
una sincera amistad realizando una entrañable reflexión sobre la identidad y la
importancia de la memoria, seas humano o robot. ¿Qué estarías dispuesto a hacer
por tu amigo? La respuesta del robot os sorprenderá.
Al filo del mañana (Edge of Tomorrow, 2014)
La tecnología puede ayudar a aumentar los sentidos o
las prestaciones de nuestro cuerpo (aumentando nuestra velocidad o fuerza, por
ejemplo, o disminuyendo el esfuerzo y la fatiga) y mejorar nuestra capacidad de
defensa o de ataque. En este sentido, podemos distinguir cuando la tecnología
es invasiva o no en nuestro cuerpo: si nos colocamos una armadura o armazón
externo estamos hablando de “exoesqueletos”. En cambio, cuando la tecnología es
invasiva en nuestro cuerpo, hablamos de “cíborgs”.
Los protagonistas de Al filo del mañana, interpretados por Tom Cruise y Emily Blunt,
pertenecen al ejército que lucha contra los invasores alienígenas, un ejército
cuyos soldados están equipados con exoesqueletos que les permiten correr,
saltar y aguantar el peso de las armas sin cansarse.
Alita: Ángel de combate (Alita: Battle Angel, 2019)
Alita: Ángel de combate (Alita:
Battle Angel, 2019), dirigida por Robert Rodríguez y producida y
guionizada por James Cameron, está basado en el manga Alita, ángel de combate (GUNNM,
1990-1995), del mangaka Yukito
Kishiro. La actriz Rosa Salazar interpreta el papel de Alita, una cíborg
recuperada por el Dr. Dyson Ido (a modo de nuevo Geppetto, que encuentra, en un
desguace tecnológico, los restos de un cráneo robótico y los restos de un
tronco en mal estado), un cirujano cibernético a modo de una profesión
profética para un futuro no muy alejado de nuestro presente.
Alita despierta sin recordar nada de lo que ha
vivido con anterioridad en un cuerpo completamente cibernético, a excepción de
su cerebro, completamente humano y de más de doscientos años de vida. Con estas
características, Alita responde a la definición canónica de «poshumano», es
decir, un ser humano con capacidades físicas, intelectuales y psicológicas
aumentadas, prácticamente inmortal, de una superioridad manifiesta sin
ambigüedad. Desde un punto de vista filosófico, el «poshumanismo» hace
referencia a un humano posterior al actual, y se constituye como la visión
final de los transhumanos en los que nos hemos convertido en la sociedad
actual. Y si no te lo crees, trata de dejarte el móvil un día en casa, a ver
cómo reaccionas.
Jordi Ojeda
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