Ah, i s'accepten peticions per a futurs articles...
En 1927, el astrofísico británico Arthur
Stanley Eddington (1.882-1944) acuñaba el concepto de «flecha del tiempo». Lo
hizo para distinguir la dirección del tiempo en el universo relativista, hay
que recordar que Eddington es considerado como uno de los primeros divulgadores
de los trabajos de Einstein, y formó parte del grupo de pioneros científicos
que trabajaron sobre la teoría de la relatividad.
De forma muy sencilla, se puede definir la
flecha del tiempo como una recta con un sentido determinado (se entiende que
hacia delante), en el que el tiempo acontece desde el pasado hacia el futuro de
forma ininterrumpida. Es una representación muy visual (una flecha), y muy
aclaratoria (vamos hacia adelante en un único sentido).
El actor, guionista y director Josh Lawson
nos propone una reflexión interesante en su segundo largometraje,
Un pequeño contratiempo (Long Story Short,
2021), que es la siguiente: si pudieras saltar
en la flecha del tiempo de año en año y ver durante un instante lo que has
hecho a lo largo de diez años de tu vida y volver al inicio... ¿cambiarías
algo?
Esto es lo que le sucede al protagonista
de la película justo al día siguiente de casarse y despertarse en la cama con
su mujer embarazada de siete meses en el que para él ha sido una noche. Él no
entiende lo que está pasando pero rápidamente se da cuenta conforme va viendo
cómo va creciendo su hija cada pocos minutos en cada futuro aniversario de boda.
No sabemos muy bien a qué se dedica en el
trabajo, pero si nos damos cuenta de que, a pesar de que le dedica muchísimas
horas, no es un trabajo que le guste. Este desgaste de tiempo seguro le provoca
una desazón que le acabará afectando a su salud mental. De hecho, nos lo
presentan con los síntomas de un procrastinador, es decir, que aplica
continuamente el hábito de aplazar tareas hasta el último minuto o, lo que es
peor, dejar para más adelante tareas necesarias para hacer otras más
agradables. Un claro ejemplo es el hecho de que no haya tenido tiempo de
organizar el viaje de bodas y, por lo que vemos en el futuro, se ve que nunca
llegó a tener tiempo de hacerlo.
No podemos destripar la historia, así que
me permito desarrollar la reflexión a la que creo que nos invita su guionista
(que interpreta un corto papel fugazmente). Entiendo que, en forma de bofetada
al espectador, nos cuenta una característica fundamental del tiempo: que es
inexorable. Es cierto que todo lo que tenga que pasar acabará pasando, que el
tiempo es inelástico y es equitativo para todos, y también sabemos que es
insustituible.
Es evidente que queremos más tiempo, pero…
¿dónde está el problema? Aparentemente, en la necesidad de conciliar la vida
personal y la vida profesional y, de rebote, de saber gestionar un recurso tan
indispensable como es el tiempo. Pues sí, la procrastinación puede combatirse
con las herramientas adecuadas, al fin y al cabo, tiene mucho que ver con la
voluntad y la predisposición.
La vida profesional se entiende lo que es
pero... ¿y la vida personal? Pues todo lo demás, y va más allá que el tiempo de
estar con la familia, que es verdad que es muy importante, evidentemente.
También es necesario tener tiempo para el hogar, para el descanso, para el ocio
o para el deporte... o para no hacer nada, que también vale. También es tiempo
para la salud (la prevención es muy importante), y para el cuidado de los
demás, sean pequeños, grandes o personas con enfermedades.
Y también es tiempo para la formación
personal. En la película, el protagonista habla de que debería haber hecho un
cursillo de fotografía que le hubiera permitido dedicarse profesionalmente.
Tener tiempo para poder alcanzar tus sueños también es ganar tiempo al tiempo.
Y ayudar a que lo consigan las personas a las que quieres también lo es.
Una última curiosidad, a la película Long
Story Short se hace referencia a otra famosa sobre viajes en el tiempo, que ha
traspasado a la cultura popular, y es Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993). A pesar que le hacen referencia los protagonistas para intentar explicar
y dar sentido a lo que está pasando, y pese a que muchos periodistas hablan en
sus artículos, lo cierto es que en la película no sale ningún "bucle del
tiempo", pero sí se puede ver la paradoja del pintor un par de veces o
vislumbrar el efecto mariposa que se producirá si abre una nueva flecha del
tiempo alternativa.
Hablando de flechas del tiempo
alternativas, recuerda que, en el mundo real, no hay… ¿Qué haces leyendo este
artículo?