jueves, 3 de junio de 2021

Article a @ElCinefilCat «Procrastinar o la vida»

«Procrastinar o la vida»


El meu article número 94 a la revista virtual "El Cinèfil, la revista de cinema en xarxa i en català" (i gratuïta).

Amb motiu de l'estrena a les sales de cinema de la pel·lícula Un pequeño contratiempo (Long Story Short, 2021), dirigida, guionitzada i interpretada (en un paper secundari) per Josh Lawson dedico l'article a reflexionar sobre la importància de la conciliació entre la vida personal i la laboral.

Teniu l'article, en català, al següent enllaç:



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http://elcinefil.cat/author/jordiojeda/

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A continuación tenéis el artículo traducido al castellano:

Procrastinar o la vida
El factor tiempo cuando no hay segundas oportunidades
Jordi Ojeda

En 1927, el astrofísico británico Arthur Stanley Eddington (1.882-1944) acuñaba el concepto de «flecha del tiempo». Lo hizo para distinguir la dirección del tiempo en el universo relativista, hay que recordar que Eddington es considerado como uno de los primeros divulgadores de los trabajos de Einstein, y formó parte del grupo de pioneros científicos que trabajaron sobre la teoría de la relatividad.

De forma muy sencilla, se puede definir la flecha del tiempo como una recta con un sentido determinado (se entiende que hacia delante), en el que el tiempo acontece desde el pasado hacia el futuro de forma ininterrumpida. Es una representación muy visual (una flecha), y muy aclaratoria (vamos hacia adelante en un único sentido).


El actor, guionista y director Josh Lawson nos propone una reflexión interesante en su segundo largometraje, Un pequeño contratiempo (Long Story Short, 2021), que es la siguiente: si pudieras saltar en la flecha del tiempo de año en año y ver durante un instante lo que has hecho a lo largo de diez años de tu vida y volver al inicio... ¿cambiarías algo?

Esto es lo que le sucede al protagonista de la película justo al día siguiente de casarse y despertarse en la cama con su mujer embarazada de siete meses en el que para él ha sido una noche. Él no entiende lo que está pasando pero rápidamente se da cuenta conforme va viendo cómo va creciendo su hija cada pocos minutos en cada futuro aniversario de boda.

No sabemos muy bien a qué se dedica en el trabajo, pero si nos damos cuenta de que, a pesar de que le dedica muchísimas horas, no es un trabajo que le guste. Este desgaste de tiempo seguro le provoca una desazón que le acabará afectando a su salud mental. De hecho, nos lo presentan con los síntomas de un procrastinador, es decir, que aplica continuamente el hábito de aplazar tareas hasta el último minuto o, lo que es peor, dejar para más adelante tareas necesarias para hacer otras más agradables. Un claro ejemplo es el hecho de que no haya tenido tiempo de organizar el viaje de bodas y, por lo que vemos en el futuro, se ve que nunca llegó a tener tiempo de hacerlo.


No podemos destripar la historia, así que me permito desarrollar la reflexión a la que creo que nos invita su guionista (que interpreta un corto papel fugazmente). Entiendo que, en forma de bofetada al espectador, nos cuenta una característica fundamental del tiempo: que es inexorable. Es cierto que todo lo que tenga que pasar acabará pasando, que el tiempo es inelástico y es equitativo para todos, y también sabemos que es insustituible.

Es evidente que queremos más tiempo, pero… ¿dónde está el problema? Aparentemente, en la necesidad de conciliar la vida personal y la vida profesional y, de rebote, de saber gestionar un recurso tan indispensable como es el tiempo. Pues sí, la procrastinación puede combatirse con las herramientas adecuadas, al fin y al cabo, tiene mucho que ver con la voluntad y la predisposición.

La vida profesional se entiende lo que es pero... ¿y la vida personal? Pues todo lo demás, y va más allá que el tiempo de estar con la familia, que es verdad que es muy importante, evidentemente. También es necesario tener tiempo para el hogar, para el descanso, para el ocio o para el deporte... o para no hacer nada, que también vale. También es tiempo para la salud (la prevención es muy importante), y para el cuidado de los demás, sean pequeños, grandes o personas con enfermedades.


Y también es tiempo para la formación personal. En la película, el protagonista habla de que debería haber hecho un cursillo de fotografía que le hubiera permitido dedicarse profesionalmente. Tener tiempo para poder alcanzar tus sueños también es ganar tiempo al tiempo. Y ayudar a que lo consigan las personas a las que quieres también lo es.

Una última curiosidad, a la película Long Story Short se hace referencia a otra famosa sobre viajes en el tiempo, que ha traspasado a la cultura popular, y es Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993). A pesar que le hacen referencia los protagonistas para intentar explicar y dar sentido a lo que está pasando, y pese a que muchos periodistas hablan en sus artículos, lo cierto es que en la película no sale ningún "bucle del tiempo", pero sí se puede ver la paradoja del pintor un par de veces o vislumbrar el efecto mariposa que se producirá si abre una nueva flecha del tiempo alternativa.

Hablando de flechas del tiempo alternativas, recuerda que, en el mundo real, no hay… ¿Qué haces leyendo este artículo?




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