jueves, 14 de octubre de 2021

Article a @ElCinefilCat «Perspectiva de gènere a Star Trek»

«Perspectiva de gènere a Star Trek»


El meu article número 101 a la revista virtual "El Cinèfil, la revista de cinema en xarxa i en català" (i gratuïta).

Amb motiu de la publicació del llibre Mujeres de Star Trek. Donde ningún hombre ha llegado jamás (1966-2005) (2021), editat per Diábolo Edicionesdedico l'article a destacar l'anàlisi que fa el divulgador Miguel Ángel Parra des d'una perspectiva de gènere de la saga Star Trek. El llibre s'inclou a la col·leccióe cultura popular,de l'editorial, que inclou una gran quantitat de títols dedicats al cinema i la televisió.

Teniu l'article, en català, al següent enllaç:



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A continuación tenéis el artículo traducido al castellano:

Perspectiva de género en Star Trek
El divulgador Miguel Ángel Parra publica el libro Mujeres de Star Trek
Jordi Ojeda

La saga de Star Trek ha superado con creces el medio siglo de vida y se ha hablado mucho, en charlas, artículos, documentales, libros y conferencias de todo tipo. El autor y divulgador Miguel Parra analiza la saga desde una perspectiva inédita en su libro Mujeres de Star Trek. Donde ningún hombre ha llegado jamás (1966-2005) (2021), editado por Diábolo Ediciones dentro de su colección de cultura popular, con una gran cantidad de títulos dedicados al cine y la televisión.


Parra escoge en su análisis la producción contemplada en las diez películas de la serie original y de la nueva generación y, especialmente, en las seis primeras series: Star Trek (1966–1969), Star Trek: La serie animada (Star Trek, 1973–1975), Star Trek: La nueva generación (Star Trek: The Next Generation, 1987–1994), Star Trek: Espacio Profundo Nueve (Star Trek: Deep Space Nine, 1993–1999), Star Trek: Voyager (1995–2001) i Star Trek: Enterprise (Enterprise, 2001–2005). El estilo adoptado permite que las personas neófitas de la serie puedan seguir el análisis sin ningún problema, con una breve introducción de cada producción, y escrito de forma cronológica, que es como se aconseja leer el libro porque es importante contextualizar cada producción en su momento.


La lectura de este libro permite dar respuesta, entre otras, a las siguientes hipótesis de partida:

- Que las diferentes producciones de la saga se anticiparon en ciertos aspectos a las producciones coetáneas y, sobre todo al inicio, a la sociedad del momento.

- Que cuando las decisiones las toman mujeres el resultado es diferente, sea en el guión, en la dirección, en la producción o en el estudio.

- Que los papeles de las actrices tienen un papel singular que va evolucionando con los años y que, a diferencia de los hombres, aspectos como el vestuario o el peinado serán un tema de conflicto siempre, en todos los sentidos.

Una vez que el creador de la serie, Gene Roddenberry, eligió el espacio para desarrollar sus aventuras de exploración (a imagen del viejo oeste), la ciencia y la tecnología se convertirían en factores clave en su afán de predicar un modelo de sociedad ideal. Con una estética más glamurosa que la real de la época, la tecnología permitiría justificar un futuro perfecto, sin dolor, sin avaricia, sin guerras, sin hambre, sin analfabetos, sin conflictos internacionales y sin diferencias interraciales.

Pero el primer piloto de la serie no funcionó como él pensaba y no acabó de gustar a nadie, ni a los directivos del estudio ni al público del foco grupo preparado para estudiar sus reacciones. Y fue la actriz Lucille Ball, en ese momento, propietaria y presidenta de la compañía Desilu Productions, que no hizo caso de sus asesores y decidió apostar para que continuara el proyecto, eso sí, aceptando algunos pequeños cambios. Estos cambios no eran poca cosa: el segundo en la jerarquía no podía ser una mujer tal y como se había visto en el episodio piloto, precisamente por el rechazo que había provocado entre la audiencia femenina en los visionados de pruebas: "¿Qué se ha creído que es esa mujer, mandar a hombres?", deberían exclamar ... las mujeres.


Una vez comenzada la conocida como serie original, de la tripulación destacó la presencia de la actriz Nichelle Nichols, interpretando el papel del mítico personaje de Uhura. Nichols reconoció en su momento que decidió dejar la serie a finales de la primera temporada por la poca relevancia que ella le daba al devenir de la historia, pero fue el mismo Martin Luther King quien la convenció en persona que no lo hiciera. "Es la única serie que mi mujer y yo dejamos ver a nuestros hijos ... porque tú eres su heroína". Era la cuarta en la cadena de mando, oficial de comunicaciones, resolutiva ante la adversidad y nacida en una imaginaria Unión de Estados de África, un cóctel explosivo que contribuyó a mostrar un ejemplo positivo a toda una generación. Whoopi Goldberg quiso ser actriz cuando de pequeña veía Uhura en la serie, una mujer de color en una serie que no hacía de criada de los blancos.

En la serie original tendría una importancia superlativa una guionista: Dorothy Catherine Fontana, en primera instancia ayudante de Roddenberry, pero que desarrolló un papel fundamental durante años a la zaga, como guionista (sin duda, ayudó a perfilar el personaje de Spock en la serie original), como editora de guiones y productora ejecutiva de la serie animada (una serie convertida prácticamente en una cuarta temporada de la serie original), y como guionista del primer episodio de la serie de los ochenta con la nueva generación, dejando su huella en la definición de los personajes y el carácter de la nueva tripulación de una serie de la que fue productora ejecutiva, eso sí, hasta que se fue por las condiciones en las que tenia que trabajar, pero no dejaría la saga del todo.


Fontana reconoció en entrevistas posteriores la libertad creativa que suponía trabajar en una serie de ciencia ficción, donde se podían tratar de forma metafórica temas tabúes en la época como la religión, la guerra, el racismo o el feminismo. Cabe destacar que Fontana firmaba con las iniciales D. C. Fontana para que no se visualizara que era una mujer la que escribía y producía, toda una declaración de intenciones de la época.

A pesar de estos aparentes avances del papel de la mujer, no es oro todo lo que reluce. En el libro de Parra veremos algunos ejemplos como es el caso de la capitana de la nave USS Saratoga, interpretada por la actriz de color Madge Sinclair en el papel la primera capitana que aparecía en la saga y que, a día de hoy, seguimos sin saber cómo se llamaba, ni salía el nombre del personaje ni en los créditos. La película era Star Trek IV: Misión, salvar la Tierra (Star Trek IV: The Voyage, 1986), y sí, tuvimos que esperar veinte años después del inicio de la saga para ver una capitana, a pesar de que no sabemos cómo se llama.

Y aún deberíamos esperar diez años más para ver una serie protagonizada por una capitana, la capitana Kathryn Janeway interpretada por Kate Mulgrew en la mítica serie Star Trek: Voyager (1995–2001). Curiosamente, no fue la primera opción y el piloto se empezó a rodar con la actriz francesa Geneviève Bujold, con la que no se acabaron de entender con el equipo de producción en la definición del personaje.


Mulgrew aceptaría el papel y acabaría rodando finalmente el piloto... dos veces, no es broma, porque la primera vez su peinado no se veía bien en la pantalla (y no, tampoco es broma). El peinado se convirtió en una pesadilla para los maquilladores, que no acabaron de encontrar nunca el peinado adecuado (de hecho, cada temporada cambia).

En la génesis de la nueva serie protagonizada por una capitana cabe mencionar la contribución de Jeri Taylor, que en el momento de comenzar el proyecto era la productora ejecutiva de La nueva generación, cargo que desarrolló en la sexta y séptima temporada de la mítica serie. Desde el principio, uno de los objetivos de Taylor era darle más peso, continuidad y trasfondo a los personajes femeninos, tanto en la serie que estaba produciendo como en el nuevo proyecto con una capitana al frente.

En palabras de la misma Jeri Taylor: «Quería que se le permitiera mostrar un abanico de emociones más amplio de lo que cabría esperar de un hombre, al menos en 1995. Quería mostrar sus vulnerabilidades, sus incertidumbres, sus necesidades. Como llevaba sus obligaciones de una manera admirable y con gran responsabilidad. [...] Me gusta creer que muchos de estos elementos están en mí. Cuando escribía a Janeway, pensaba: "¿Qué haría yo?" Y me sumergía en mí misma para tomar estas decisiones.»

No todo fue color de rosa en la serie, especialmente cuando Taylor se retiró como productora. Todo esto y más lo encontrarás en el libro de Miguel Ángel Parra: Mujeres de Star Trek. Donde ningún hombre ha llegado jamás (1966-2005) (2021), que tendremos que comprar si queremos leer la segunda parte, señal que os ha gustado el primer libro y señal que se siguen haciendo series y películas de la saga Star Trek (de momento, ya tenemos unas cuantas más producidas y anunciadas). Larga vida y prosperidad.



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